¿Cuánta actividad física necesitan los niños?

En Nestlé por Niños Saludables, sabemos que en la actualidad existe una alta incidencia de sedentarismo e inactividad física, factores de riesgo para la salud que podrían contribuir a la disminución de la expectativa y de la calidad de vida en el adulto. Desarrollar el hábito y el gusto por la actividad física suele ser mas sencillo durante la niñez, ya que al hacerlo podemos contribuir a que este puede perdurar a la vida adulta.
A partir de los cinco años de edad, se recomienda que los niños y las niñas puedan realizar actividad física moderada o vigorosa durante un mínimo de 60 minutos diarios, cinco días a la semana; pudiendo repartirse en dos o más sesiones. Esta actividad deberá ser en su mayor parte aeróbica e intercalando actividades de fuerza para el fortalecimiento muscular y óseo tres veces a la semana.
Actualmente la evidencia científica nos dice que la actividad física durante más de 60 minutos aporta beneficios adicionales para la salud, y es necesario evitar conscientemente el sedentarismo, que suele ser algo bastante común en nuestro día a día. Incluir a los más pequeños en cualquier tipo de actividad cotidiana y del hogar, es una de las opciones que permite cumplir con este objetivo y evitar que permanezca el sedentarismo en sus vidas.
Algunas de las actividades en las cuales podemos incluir a los más pequeños del hogar, y a modo de ejemplo, son los desplazamientos cotidianos es recomendable caminar, utilizar la bicicleta y subir por las escaleras en lugar de utilizar medios de transporte, ascensores y escaleras mecánicas.
De ser posible, es recomendable promover el desplazamiento a la escuela andando o en bicicleta. Sabemos que, se debe limitar en todo lo posible el tiempo que el niño o el adolescente esté en situación de inactividad física o sedentarismo totalmente pasivo, realizando actividades en el tiempo del recreo escolar y potenciando las actividades extraescolares con pausas activas o pequeñas caminatas de cinco minutos cada dos horas.
Promover el desarrollo de la actividad y ejercicio físico como un momento de diversión y juego, es una de las estrategias que permiten a los más pequeños del hogar adquirir el hábito.
Para los niños y niñas son preferibles las actividades en grupo, con amigos, que puedan ser divertidas y al aire libre que permitirán un refuerzo positivo, consiguiendo que se mantenga el hábito. También se debe asegurar que el entorno físico en el que se practique la actividad sea adecuado y sin peligros. Del mismo modo, también se deben cumplir las normas de seguridad básicas para la práctica de cualquier deporte.
A la hora de hacer deporte, hay que asegurar una adecuada hidratación con el aporte de líquidos, sobre todo cuando la actividad es intensa y en un ambiente caluroso. Es conveniente hidratarse antes, durante y después del ejercicio físico, ya que cualquier ejercicio, aunque sea moderado, produce la eliminación de cierta cantidad de agua y sales minerales, sobre todo a través del sudor. Todo esto es importante para que la práctica de ejercicio sea provechosa, fácil de asumir y sin riesgo.